viernes, 16 de noviembre de 2012

Porque no al racismo


No debería haber racismo, por la razón de que todos somos iguales. Claro, esto hay que explicarlo. El racismo tal y como es hoy en día, surgió alrededor del siglo XVI, poco después del descubrimiento del Nuevo Mundo, porque los traficantes de esclavos querían buscar una excusa para justificar que trataran a las personas de otra raza como si fueran animales. Se escudaron en que al ser diferentes y no tenían ni trabajo ni como protegerse, eran seres humanos inferiores. Si las civilizaciones americanas antiguas fueran las que hubieran tenido más progreso y más tecnología, puede que la situación hubiese sido la contraria y el hombre blanco fuera el esclavo en esa época.  La ciencia también respalda la gran similitud que hay entre personas de diferentes etnias, pues la diferencia entre los genes de personas de distintas razas es mínima, casi como la que hay entre dos personas de la misma raza. También hay quien dice que no quiere que vengan inmigrantes a España porque la mayor parte de ellos vienen a delinquir. Es verdad que los hay, es innegable; pero algunos no tienen otra opción, al no poder conseguir papeles ni trabajo se ven obligados a robar, por ejemplo. La mayoría de ellos no vienen a cometer delitos, al contrario de lo que se piensa, vienen porque en sus países se vive muy mal y en España la ley de inmigración no es muy estricta. Con esto, hay que decir que España tampoco debería convertirse en el destino principal de la inmigración, pues un crecimiento demasiado rápido de la población en un país puede causar problemas como falta de empleo. De todas formas ni la inmigración, ni ningún otro, es motivo para que haya racismo, así que mi opinión es que no debería haberlo.